Rambo de León habla de su paso por la Selección de Honduras:
”Nosotros jugábamos con amor, con pasión hacia una bandera, hacia tantos millones de personas, entonces nosotros fuimos agradecidos del esfuerzo que hacían los catrachos, esa pasión nos la transmitían”.
”Es sagrada la camiseta de la Selección, así como la de un equipo de segunda o primera división. Es lindo hermano, poder sudar la H como se dice y ver esos colores tan sagrados. Ver cómo la gente canta con fervor y humildad el himno, creo que si eso ya no te transmite algo, entonces no tenés sangre, ni corazón”.